Para el encuentro y el reencuentro. Análisis, reflexión y debate de temas sociales, políticos y culturales. Donde la poesía y la crítica conviven al ser presentadas con el sabor del fundamento.

martes, 2 de abril de 2013

Twitter: falsos perfiles

por: América Parés F.
@americapares
Cuando cortar y pegar ya no es la única forma de engañar. 

La gran avalancha de Internet ha logrado romper con las distancias y los problemas de comunicación. Desde hace poco más de cinco años las redes sociales han causado gran impacto en el mundo, entre ellas, "Hi5”, “My Space”, “Facebook" y “Twitter”. Estas dos últimas han logrado obtener un alto índice de aceptación hasta convertirse en las dos grandes redes sociales más importantes de los últimos tiempos, bridando a la sociedad nuevas vías y maneras de comunicación.
      Las grandes empresas del mundo y del mercadeo ya distinguen el poder de estas plataformas, y que gracias a sus variados servicios con contenidos gratuitos para los usuarios, las hace aun más atractivas. Pese a esto, no hay una gran ventaja con respecto a la seguridad de las identidades; lo que comúnmente conocemos como “robo de identidad”, en estos ámbitos se conoce como “falsos perfiles”, lo cual nos conduce a un plagio digital.
     Ahondando en este mundo de la web, con constante afluencia de público, la búsqueda de investigaciones que tengan relación con está área no es tan sencilla. Básicamente, no existen investigaciones científicas que arrojen como resultado este tipo de plagios en redes sociales, más específicamente en el Twitter. Lo que implica que existe una brecha  vulnerable a las miles de “trampas” que nos podrían hacer perder espacio de nuestra privacidad.
     El plagio de identidad se vincula con  el delito. Las normativas éticas de toda sociedad lo sugieren  como un acto amoral que rompe con la armonía de lo cotidiano, pero que a su vez alimenta toda una serie de actividades ilícitas que podrían desencadenar otros de mayor escala, perjudiciales para cualquiera que se vea envuelto con él.
       Nunca antes fue tan fácil robar una identidad como ahora con las redes sociales, tras algunas denuncias y demandas, sus creadores han hecho grandes esfuerzos por mejorar sus sistemas de seguridad. Son variadas las cuentas de blogs que reseñan numerosos episodios de plagios de identidad en las cuentas de Twitter que -con mayor frecuencia- son de artistas, figuras públicas de alto renombre o popularidad.
      ¿Quién es quién? ¿Cómo se identifica a las personas detrás de estas falsas identidades? Esta huella crítica ronda sobre las redes sociales, para algunos casos se han vuelto casi imperceptible por la gran cantidad de cuentas asociadas en Twitter. Basta con teclear alguna palabra o nombre en la barra de buscador que ofrece esta red y nos podremos dar cuenta de las similitudes o plagios en cuanto a nombre y/o contenido.
¿Aumentan los usurpadores de identidad? 

        Ejemplo de ello es  lo ocurrido con las cuentas de algunos personajes políticos venezolanos, como es el caso de los excandidatos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) quienes en el trayecto hacia las Elecciones Primarias del 12 de febrero de 2012, utilizaron el Twitter como herramienta para difundir sus opiniones y hacer campaña política. Alrededor de ellos se tejieron varios casos de falsos perfiles.

       Quien busca cometer estos actos que parecen inofensivos son mayormente personas que destinan su tiempo en dañar y desvirtuar las identidades del individuo. Estos hackers  de la red se infiltran en el sistema para obtener la mayor cantidad de datos e información que les permita la copia de los rasgos más característicos y entre ello se encuentra la usurpación del nombre, fotografías y contenido que involucre al individuo en cuestión y dejar al desnudo su identidad.  
       Hasta el propio Ex-Presidente de la República, Hugo Chávez, fue plagiado en su cuenta de Twitter por individuos que emplean una versión muy cercana con su nombre para crear cuentas que, en poco tiempo, logaran la captación del público que no están familiarizados y son objeto del engaño. En la brevedad que se supo de esto quedaría desmentido por el mismo Gobierno a modo de denuncia pública, sin embargo, aún persisten en la red social cuentas clandestinas. 
      Resulta ser un fracaso que las redes sociales también se llenen de contenido plagiado, ya que para la investigación se hace un proceso más cuesta arriba y lleno de datos imprecisos o poco confiables. Los grandes sondeos que pudieran realizarse a través de estas redes quedarían a merced de una buena comunicación para que no se desvié el cometido, y para que los resultados fuesen lo más cercanos a la realidad.
       ¿Son entonces responsables estas redes del posible plagio que se pueda cometer en ellas? Cada sistema de gran magnitud como Twitter y Facebook es un ente donde tienen sus fallas y son objeto de constantes amenazas a la privacidad, si bien ellos son quienes deben poner en marcha una serie de requisitos mínimos para preservar la identidad de sus usuarios, son los propios usuarios quienes deben ser conscientes de lo que en ellas se difunde y el contenido que se deja ver al público.
       Supervisar esta gran red es algo maratónico, pero necesario. Muchas de estas figuras o personajes públicos han tenido que desmentir públicamente el delito del plagio de su propia identidad. Dejando por sentado que no son ellos quienes manejan de primera mano esas cuentas y que lo que se dice allí no pertenece a su autoría.
       El plagio a la identidad en redes sociales engrana en uno de los problemas más frecuentes de su estilo. No obstante, la mayoría de estos personeros encargados de imitar no solo buscan el daño o el beneficio, sino que se alimentan del gran poder que da el hecho de estar –por un tiempo- relacionado con la vida de esa persona. Lo que también podría acarrearle una ganancia gracias a este acto delictivo, o por el contrario, llevarse una merecida demanda que le costaría más del tiempo que le tomo plagiar dicha cuenta.
       Cada día se gana terreno en las novedades de la red, una suerte de instantaneidad nos da acceso a miles de lugares en todo el mundo; información que va y viene sin parar. Las leyes para Internet –por ahora- no son tan duras y es todavía visible que se carece de reglas, pero en este punto también se contrapone el tema de la libertad de expresión y de información. Y su vez entre ellos convive el derecho a la legítima identidad.
      Algunos intentos se han hecho en contra del plagio en Internet, la polémica Ley Stop Online Piracy Act (Acta de Cese a la Piratería en Línea) en sus siglas SOPA, impulsada por los Estados Unidos en octubre de 2011, fue una de las más tremidas medidas regulatorias que echaría por tierra a los plagiadores de identidad y de contenidos no autorizados. Sin embargo, de tras de ello se escondía una gran fuerza que vendría a privatizar todo cuanto se conociera en el mundo cibernético.
       Adaptarse a este tipo de regulaciones no es tan simple como muchos quisieran ver, cada uno lleva consigo una necesidad de limitar lo que se ve y escucha en esta gran autopista comunicacional como lo es Internet. Por ello, el plagio seguirá afectando a las investigaciones en el campo de las redes sociales por ser de fácil ejecución. ¿Serán cada vez más y mejores los controles de seguridad? A favor de eso están algunos quienes hacen del Twitter un modo de vida para relacionarse, y como potencial negocio.
       Con o sin intención cada vez que se hace uso de algo ajeno a nuestra autoría y no se hace referencia de la fuente que se haya tomado hablamos de plagio. Hacer referencia del contenido, sobre todo en el caso de redes sociales, permite que se haga una visión más transparente de lo que se difunde y se redirige el tema con más credibilidad.
        Educar a los usuarios es fundamental, por ello es oportuno que se investiguen los hechos en el campo de las redes sociales para no caer en la ignorancia e ingenuidad de las malas jugadas que algunos personeros de la red tratan de disfrazar. Hacer este trabajo de investigación científica nos permitiría estar alertas de la sombra de un plagio por falsos perfiles en la red, que solo contribuyen al desgaste moral de la sociedad, y nos orienta negativamente en el mal uso de este tipo de herramientas tan poderosas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario