Haré uso de mi libertad de expresión,
como TODOS (as) en la tierra de gracia, Venezuela.
Ya tuve bastante con estos días de violencia irracional,
desmedida, irresponsable, inducida y financiada.
Antes del propio 12 de febrero de 2014, en los 200 años del Bicentenario de
nuestra Juventud venezolana, ya sabía de su "furia" con los sabotajes
y los llamados internacionales para una intervención. No me cabe la menor duda
que las muertes ocasionadas son el combustible despiadado para que este golpe continuado
sea replegado por el país.
Sin embargo, los ideales de más de la mitad del pueblo son tan
fuertes que no los irán a convencer de sus deseos de "progreso"
cuando de manera inhumana siguen sugerencias de un militar retirado para
colocar guayas y lograr herir o matar al otro, cuando queman centros de salud
comunitarios, arremeten contra canales/radios comunitarias o amedrentan
establecimientos de comida por llevar un logo de Mercal o Pdval. Y ni
hablar de la queman unidades para el servicio de la telefonía como Cantv, de
seguridad o de transporte público. ¿En qué cabeza cabe que
si quieren progreso es atentando con lo que beneficia al pueblo, a los
ciudadanos?
JAMÁS les daré la razón mientras sigan promoviendo la cultura de la muerte
con sus laboratorios de guerra, mientras cuelgan de postes y puentes
muñecos alusivos a personas del oficialismo o cuando pretenden meter en un
mismo saco a los llamados "colectivos" para satanizarlos, pues sepan
ustedes que en nuestro país y en el MUNDO ENTERO
existen colectivos sociales, estudiantiles, culturales, de campesinos,
feministas y de sexodiversidad, también de motorizados, de madres y de los
propios trabajadores que defienden sus ideas bajo una lucha con causas de sobra, y no quiere decir que
todos ellos sean colectivos armados como los tildan. ¿Entonces todo motorizado
o cultor popular es "CHAVISTA" y por eso hay que atentar contra él/
ella?
No aplaudiré las porquerías que dicen desde el extranjero, aquellos que se han
ido y ven desde afuera el tema con dramatizaciones para la confabulación de la
matanza que encierra este escenario. Miami no es VENEZUELA. La patria se
respeta, ni se pisa ni se manosea.
Los problemas no se solucionan pidiendo el “rescate internacional” y si no
me cree busque usted mismo en Google “intervención militar/ daños de
intervención militar” y vea… país por país. La realidad no es tan altruista como la pintan, ¿verdad?
Hablando
de los excesos y sus excesos...
¡¿No es acaso un exceso que ciertos religiosos se tomen atribuciones que no les compete en la política nacional llamando a
calentar las calles; que una persona disociada haga destrozos sin espera respuesta del orden público o peor aún, que los sectores políticos de la derecha (electos para cargos por una mayoría) llamen a la desobediencia civil sin
recibir su debido enjuiciamiento?!
¿No es acaso un abuso que empresas de comunicación se hagan eco de los rumores o que ni siquiera digan ambas versiones? Cabe
la interrogante y el análisis para todos: rojos, amarillos, azules, verdes, blancos… todo el arcoíris mediático.
Es un abuso restablecer el orden con la violencia brutal, pero también es
un abuso que se juegue con la vida de sus vecinos o colectividad a costa de un
interés mezquino y empecinado que no termina de cuajar porque la mayoría de la
gente entiende que un enfrentamiento entre nosotros mismos es peor.
¿Quién no sabe en este país polarizado que las armas son el instrumento de
ambos polos y que en río revuelto se logran las peores tragedias? Los más
extremistas las llevan –sin ninguna pisca para justificarlos- y esto no es desde
ahora. Hace muchísimos años ya pasaba, pero no es modismo de nuestra cultura,
es inducido de fuerzas externas y lo saben aunque no lo deseen reconocer los de
la IV República y en esta V, así que no nos caigamos a pasiones. La
diferencia fue y está en lo que defienden y a quién le responden. ¿Es malo o
bueno?, es lo que es y la historia nos lo demuestra.
JAMÁS me van a convencer cuando se llenan la boca
para negar que han sido la oposición más descarada ante el mundo al jugar con
las imágenes de conflictos de otros tiempos e incluso de otros países que NADA
tienen que ver con nosotros.
No esperen que defienda los actos irresponsables de ciertas universidades públicas y privadas de este país que en vez de ser
mecha para las ideas y el diálogo se han caracterizado por su complicidad como
grupo de poder, cercenando el derecho a la educación y al trabajo honesto.
JAMÁS voy a defenderles mientras le disparan al que es disidente
de su odio por el gobierno o porque simplemente ese otro decidió no asistir a
sus convocatorias, porque quiso mover una barricada de basura para irse o
llegar a su trabajo, atender una emergencia o porque indiscutiblemente ES SU
DERECHO A TRANSITAR Y PUNTO.
No me pidan estar a favor de un grupete que quema basura frente a una
escuela o guardería y tranca el paso a gente de la tercera edad con el mismo
odio.
No me pidan aplaudir a los alcaldes o
gobernadores que hacen de la vista gorda esto por defender lo indefendible. No daré mi reconocimiento al que desde
un edificio se encapucha para delinquir con la consigna de "defender
propiedad", ni al que con un tubo o palo lleno de clavos se hace pasar por
el defensor de los pobres para segarle la vida a otro que no actúa igual.
NO estoy de lado de
aquel que le incendia el carro o bus al otro, no es algo que me llene de orgullo porque es un
acto vil y porque representa el patrimonio de una persona que, probablemente,
lo use como el medio de sustento para llevar el pan a su hogar, y por eso
decide no unirse al paro de transporte que intentan hacer, pero que por la
misma violencia y amenazas de destruirlo se ve OBLIGADO a permanecer
inactivo.
Tanto que critican y muchos son peores que aquello que critican. Su decadencia se nota desde que sus costuras particulares se ponen de
manifiesto. Son sus intereses personalísimos los que
están resguardando, pero por encima de eso está el interés real de sus líderes
que no piensan en el bienestar del colectivo social ni mucho menos los logros y
avances que mal que bien se han visto a lo largo de 15 años. Y no me vengan
con sus panfletadas baratas porque no son santos de mi devoción y también
tienen rabo de paja. Nada es perfectamente bueno mientras existan los
monopolios del poder activos y la mano "invisible" del mercado quiera
arreglarlo todo.
Los representantes de la
oposición venezolana convierten a sus seguidores en una masa deplorable,
frívola, amorfa, sin líneas de estudio serias. NADIE en este país está
obligado a unirse o sumarse a un movimiento u otro, NADIE merece ser humillado
por cómo piensa, cree o siente, pero ese tema parece estar sólo para un
grupito. ¡Grave error!
Con ese accionar NEFASTO no llegarán a nada, JAMÁS harán que cambiemos de
parecer. Entre otras cosas porque es un tema de ideales, convicciones,
principios, educación, visión y creencia. Por eso el pueblo les dice “¡NO
VOLVERÁN!”
Cuando el país entero entienda e interiorice que somos el epicentro de los deseos norteamericanos por las riquezas naturales
y minerales, seremos capaces de ver más allá del tema. Se nos señala de ser cómplices de lo que sucede, pero basta con INVESTIGAR,
LEER y ANALIZAR lo que se propone para los casos de intervencionismo militar
extranjero y lo que ha quedado de ellos.
NO estoy ni estaré a favor de la muerte de nadie. Creo que el
ajusticiamiento no debe pasar por nuestras manos, pero si en ese devenir de
violencia nos tocara, es deber de cada quien medir lo que se haga porque
"en defensa propia" muchos se quieren refugiar y más con el golpe
continuado que ocurre hoy en nuestro país.
No creo en los que buscan desesperadamente la salida de sus problemas bajo
medidas antiéticas, antidemocráticas e inhumanas. Los que se llenan la
boca al autodenominarse "demócratas" son los mismos que hoy llaman al
enfrentamiento civil sin medir las consecuencias.
Creo en la conciencia del pueblo que despertó y dejó de ser invisible desde
aquel año 89, 92, 98, 2002 y hasta nuestros tiempos. Creo en la voluntad de
querer dar lo mejor de sí mismos. No busco convencer a nadie, pues es esta
mi postura personal y firme. La que me hace ser.
Hay tantas ansias de poder de lado y lado, de las fuerzas más oscuras y despiadadas que este escenario les conviene, pero ¿enfrentar a un país entero, pueblo contra pueblo?... No lo acepto. No se justifica lo injustificable.
Sigo lúcida de pensamiento y espíritu; en pie de lucha
y libre.
Si se me juzga, pues que sea como tal.
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