Para el encuentro y el reencuentro. Análisis, reflexión y debate de temas sociales, políticos y culturales. Donde la poesía y la crítica conviven al ser presentadas con el sabor del fundamento.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Las paradojas de la ONU ¿Justicia mundial?


    La valoración que se le da a la “igualdad de los pueblos”, se encuentra cuestionada frente al “laborioso y comprometido esfuerzo" que no termina de arrojar los resultados que esperamos quienes vemos con ojos de preocupación, y al mismo tiempo con vergüenza ajena, la situación en la que se encuentra la sociedad mundial.

     Para diciembre de 1948, la ONU hace de manera formal y solemne el siguiente criterio ético: “La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”. No obstante, con este antecedente el Órgano Ejecutivo denominado “Consejo de Seguridad”, establece a través de argumentos eufemísticos (todos carentes de consistencia lógica y  severa atrofia moral) que como miembros permanentes deben estar presentes de manera especial el manojo de naciones más armadas del planeta tierra. ¡Una verdadera contradicción de aspecto terrorífico!

   No cabe duda que la Organización de Naciones Unidas es una institución manejada por los interés de las naciones que ostentan el mayor poder económico en el planeta, quienes a su vez cuentan con una sólida plataforma tecnológica y militar, además de amplias estrategias políticas. Es así como EE.UU. se ha convertido en el máximo determinante en la toma de decisiones de dicha organización mundial que, lamentablemente, tiene a cuestas una miserable realidad, plegada a los intereses de una cúpula, respaldando a de sus principales aliados para  que saquen sus garras afiladas y demuestren su sed de dominio ante las naciones que les son estratégicas, cuidando siempre sus propias espaldas y mirando con indiferencia a los  países  catalogados de menor poder.

    Entre el bostezo más profundo, la mirada complaciente y las caras duras de los altos cargos en la ONU, se permitió y se sigue permitiendo los más terribles abusos a la dignidad de los pueblos y a sus soberanías. Sólo por mencionar algunos casos destacan:

  • Las invasiones, agresiones y casos de injerencia por parte de los Estados Unidos por medio de decisiones internas, inconsultas y anti democráticas.  Tal como ocurrió en el caso de Panamá, Granada, República Dominicana, Guatemala, Cuba, Vietnam, Camboya, Iraq y Afganistán, entre otros. 
  • Las crueles, desiguales y cobardes acciones que han tomado loa miembros de la  OTAN, y que en la actualidad se intensifican sin ningún tipo de restricción. En ninguno de los casos se han visto sanciones para los países involucrados en la planificación y ejecución de dichos planes desestabilizadores. 
  • Y no podemos olvidar el financiamiento del imperio norteamericano para organizar y dirigir prácticas terroristas y de guerra sucia como las vividas en Centroamérica, Latinoamérica, durante los conflictos africanos, y recientemente en las naciones árabes con bombardeos y genocidios perpetrados por Israel, específicamente en la franja de Gaza, Palestina.

     ¿Será entonces que la posibilidad de una "justicia mundial" para la ONU está sujeta a las armas de destrucción más severas que fomentan guerras entre las naciones, dándole pleno derecho sólo a unos pocos y total desamparo al resto...?  Una verdadera paradoja cuestionable.



 Autora: América Parés F.

jueves, 15 de noviembre de 2012


Salto a las estrellas
Noche Estrellada sobre el Ródano de Van Gogh


No me pierdas, no te escapes,
no te salves, no te hundas, 
no te rindas.
No lo olvides: hoy no temas.

Que se deslicen las manos, 
que se desplieguen las miradas  
y que un torbellino entre en el alma.

Que se desaten suspiros, 
que no retornen las penas, 
y no sucumba el rocío.

Hoy salto a las estrellas, 
camino por las praderas luminosas
y me desnudo en sus ríos. 

En la calurosa madrugada 
siento retoñar los cantares 
mientras me despiertan en el alba.

Vienen y van los latidos. 
Se aproximan  los cardíacos, 
las llamaradas de oxígeno y
las auroras flotantes
en mareas salpicantes 
de abundantes delirios.  



Poesía: América Parés F.

domingo, 11 de noviembre de 2012

EL HOMBRE QUE ME AME


I
El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer la que anida en mi,
la golondrina
transparente de la ternura.

II
El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III
El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV
El hombre que me ame
no dudara de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo
respetara la tristeza, el silencio
y con caricias tocara mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V
El hombre que me ame
podrá encontrar en mi
la hamaca para descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.


VI
El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.


VII
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si necesario.

VIII
El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en trinchera
rodilla en tierra me amara
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX
El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del
enamoramiento
en una plaza publica llena de multitudes
Podrá gritar: te quiero
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el mas hermoso y humano de los sentimientos.

X
El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron
separados
como seres de distinta estatura

XI
El amor de mi hombre
no querrá rotularme o etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

Gioconda Belli
(Poeta nicaragüense)