Cartas entre
Simón Bolívar y Manuela Sáenz

Ica, 20 de abril 1825 
Mi bella y buena Manuela: 

Cada momento estoy pensando en ti y en el destino que te ha tocado. Yo veo que nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y del amor. Lo veo bien, y gimo de tan horrible situación por ti; porque te debes reconciliar con quien no amabas; y yo porque debo separarme de quien idolatro!!! Sí, te idolatro hoy más que nunca jamás. Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma y de tu corazón divino, de ese corazón sin modelo. 

Cuando tú eras mía, yo te amaba más por tu genio encantador que por tus atractivos deliciosos. Pero ahora, ya me parece que una eternidad nos separa, porque mi propia determinación, me ha puesto en el tormento de arrancarme de tu amor, y tu corazón justo nos separa de nosotros mismos, puesto que nos arrancamos el  alma que nos daba existencia, dándonos el placer de vivir. En el futuro, tú estarás sola aunque al lado de tu marido; yo estaré solo en medio del mundo. Sólo la gloria de habernos vencido será nuestro consuelo. 

El deber nos dice que ya no somos más culpables! No, no lo seremos más. 

 Bolívar. 

Carta sin fecha
(A Manuela Sáenz)

El hielo de mis años se reanima con tus bondades y gracias. Tu amor da una vida que está espirando. Yo no puedo estar sin ti, no puedo privarme voluntariamente de mi Manuela. No tengo tanta fuerza como tú para no verte: apenas basta una inmensa distancia; te veo aunque lejos de ti. Ven, ven, ven luego. 

Tuyo de alma. 

Bolívar

Diario de Paita de Manuela Sánez:

(Fragmento)

Él por su parte halló en mí ¡TODO! Y yo, lo digo con orgullo, fui su mejor amiga y confidente. Para unificar pensamientos, reunir esfuerzos, establecer estrategias. Dos para el mundo. Unidos para la gloria, aunque la historia no lo reconozca nunca.

Selección de cartas y fragmento: 
América Parés F. 

Besos Lunares

Voy a dar el primer paso. Sí, porque ya no soy mujer de esperas. Sin complejos ni represiones. 

Me verás con ganas de ir, andar e idear con vos, pero sin tus pesares, solo con tu esencia. Por eso busco mis maletas y las preparo para los viajes que podrían convertirse en los mejores para reencontrarme con eventos fuera de serie. ¿Te animáis? Cultivaré frutas para algunos manjares. Recuérdame dejar espacio disponible para traer las anécdotas.  

Observa el cielo... 

Las lunas que hoy veo pasar solo muestran una luz brillante y gradual, 

en mi epidermis los lunares pueden brillar con luz propia y sin necesidad de oscuridad.

Acá tenéis, pues, querido acompañante.

Conviértete en el campeón de besos lunares.

Pon atención a las aves nocturnas que surcan las fronteras, 

su revoloteo carece de sonidos, aunque no se descarta alguno espontáneo y lunático.

Sois el indicado.

Cuando las mareas cojan fuerza algo irá tomando cuerpo,

detener la mirada se vale, y ese espectáculo es el que quiero recordar.

Autora: América Parés F.