Para el encuentro y el reencuentro. Análisis, reflexión y debate de temas sociales, políticos y culturales. Donde la poesía y la crítica conviven al ser presentadas con el sabor del fundamento.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Julieta, capullo de nubes frescas 



 El zigzagueo de mis piernas no siempre llevan rumbo a tus puertas. Sí, algunas veces soy Julieta. Aunque confieso que me gusta ser la "buena", también disfruto de ser la "muy mala" y sin remordimientos.

 Hoy me encuentro de piernas cruzadas y con mi libre pensamiento mientras  hojeo algún libro que me permite bailar con ritmo propio -porque no hacen falta dos para poder bailar- y  de este modo ser secuestrada por hombrecillos letrados que desnuden mi imaginación. Este día no quiero tramas sin delirios, prefiero gritar antes que callar decepcionada.

Pero… ¿Y si me sedujesen los luceros del placer? ¡Vaya! ¿Acaso habría algún problema? Posiblemente ninguno, todo lo contrario, maravillada y feliz de seguro he de terminar. Sucederá como con los diminutivos que, comparados con frutos y flores, guardan una divinidad especial. Te pediré entonces que aguardes un poco, ya mañana volveré a ser tu Julieta y otras noches ya veremos. El compromiso seguro es el que guardaré al cerrar este libro, apuñalándolo con el filo de un marca páginas para retomar su lectura en otra estadía de calma.

 Seguiremos siendo uno, pero otras tantas sencillamente dos mitades. Lo más importante seguirá siendo que entre los linderos del cielo predominen las nubes frescas, y cuando desfiles por las corrientes de mis senderos detente y observa bien a los capullos nacientes, pues uno de ellos lleva por nombre Julieta. Solo hasta ese momento lo sabrás y comprenderás, cuando con sutileza te roce para ser embriagado por el torbellino de aromas proveniente de los más esmerados y cultivados campos.    


Autora: América Parés F.
Antes que ser sumisa prefiero pasar por "loca". 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Los perfectos imperfectos 

Puede que recapitular el último trazo de vida dejara huellas frescas en la memoria. Pero en mi caso ya es una tarea recurrente y necesaria para drenar en aquellos momentos cuando la ciudad se convierte en el aborrecible sistema autómata; circunstancialmente envuelta en pánico, cargada de todo tipo de olores, y sentires. Así es como por efecto Déjà vu parece prepararse un futuro incierto con la persona "X" a la que creemos ideal, aunque no siempre termine siendo fantástico, y será ese el instante indicado donde nos aventuraremos con ansias en el episodio repleto de anécdotas, el cual titularemos con nombres de los que hoy solo guardamos las cenizas.

 El archivo memorial se llena y se actualiza en tiempos diversos, pero basta que un papel se atasque entre las gavetas del corazón para que se nos estanque el mundo y comencemos a sentir los imperfectos. ¿Serán esos, los perfectos imperfectos, quienes saldrán de los gaveteros para alistarse en los campos del olvido con rumbo al exilio perenne? La verdad es que casi nunca tenemos la respuesta a esa inquietud. La relatividad de la vida y las constantes de cambio nos han demostrado que las decisiones más acertadas no siempre las impone la cruda realidad, sino la voluntad con que estemos dispuestos a enfrentar el acontecer diario.  En compañía o en solitario.

En un mundo de perfectos imperfectos, indefensos e indomables, hay que darle paso a los reconocimientos del universo en querer ser  nuestro guía, aprender de las tormentas que arrastran nuestras lágrimas en búsqueda de respuestas y doblar la esquina para encontrar nuevas calles, caminos y puentes que nos hagan vivir otro trayecto al que pronto volveremos a recapitular para efectos de un nuevo sentir. La memoria puede ser frágil, se recomienda darle uso al retrovisor  y no desmayar los recuerdos que aun permanecen nítidos.



Autora: América Parés F.